lunes, 23 de noviembre de 2009

Quienes son los Wichis?

La cultura Wichi


Los Wichi son un grupo étnico de tu país, que aún hoy persiste en el Chaco, Formosa y Salta, su estilo de vida se remonta a los siglos XVI – XVII.
La comunidad Wichi, se distribuye en grupos denominados Misiones, formadas por distintos números de familias, algunas de ellas albergan hasta tres generaciones, el promedio de hijos de las Misiones es de 10 niños por familia.
La media de vida es de 50 años; debido a la mala alimentación, carencia de recursos y falta de medicamentos.
Tienen también un alto índice de mortalidad infantil por enfermedades propias, como desnutrición y epidemias.
Sus viviendas son precarias, en algunos casos las casas son de adobe, la vivienda más característica es de palo santo y sus paredes y techos revestidas con ramas y barro; es una sola habitación, donde duerme toda la familia.
La vida transcurre bajo un frondoso algarrobo que siempre hay al lado de la vivienda, el fuego se hace afuera en verano y adentro en invierno. Las casas no los defienden de las lluvias, del frío o del viento.
Los Wichi son un pueblo de Cazadores, Recolectores y Pescadores.
Los ríos que atraviesan la región fueron de gran importancia en la economía de éste pueblo, pero en la actualidad dejaron de serlo debido a los fenómenos climáticos.
Sus costumbres son generalmente nómades , muchas familias se trasladan constantemente en el Monte, en busca de comida (caza, recolección y pesca), o leña para vender en el pueblo, que en algunos casos se encuentra cerca de los asentamientos, ésta es una de sus formas de subsistencia, la otra y fundamental es la creación de artesanías con fibras vegetales, también hacen changas como guías de los pescadores , especialmente las familias que viven a orillas del Bermejo, su tarea consiste en buscar los mejores lugares para la pesca, acarrear leña, cargar y descargar el equipaje de los pescadores, el pago es en ropas, mercaderías, medicamentos, y a veces dinero.
El clima es uno de los principales problemas de la comunidad, que cambia aceleradamente, y en los últimos años se acentuaron enormemente las diferencias térmicas, que los hace sufrir desde fríos desconocidos para ellos hasta inundaciones y sequías, que se ven muy agravadas por la mano del hombre en desarmonía con el medio ambiente.
La población de animales en la zona disminuye porque cada vez hay más desmonte indiscriminado, lo que provoca la merma de vida en él, fuente de alimentación para los aborígenes.
Cuando el río Bermejo crece, pierden todo, hasta sus vidas, a causa de las inundaciones, que traen además cólera y cuando el río baja las aguas estancadas provocan todo tipo de enfermedades por contaminación. El agua se vuelve imposible de beber, los peces contaminados imposibles de comer y vender.
A las empresas de la región parece no importarles que deforestando reducen de manera alarmante el monte natural que es el hábitat del aborigen y su sustento, provocando un enorme desastre ecológico y social. Toda esta situación se agrava aún más debido a que las autoridades políticas dan rienda suelta a las empresas que llevan adelante los desmontes y los aborígenes están totalmente desprotegidos y olvidados en algún lugar del monte Chaco Salteño esperando ser escuchados.

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